La navidad no comienza en Diciembre, empieza en agosto, en un puerto, una fábrica o un almacén del otro lado del mundo.
Antes de que los centros comerciales se llenen de luces, villancicos y árboles decorados, existe un proceso silencioso, técnico y perfectamente coordinado que comienza meses atrás. La temporada más esperada del año nace en cadenas de producción de Asia, en almacenes de Estados Unidos, en centros de distribución europeos o en plantas mexicanas que fabrican desde esferas hasta juguetes electrónicos de alta demanda.
La logística detrás de la magia
Cada adorno, serie de luces o figura navideña que pronto decorará nuestros hogares es el resultado de una maquinaria logística internacional que se activa en pleno verano. Primero se analiza la demanda, luego se produce, se consolidan embarques, se reservan contenedores, se definen rutas marítimas y se prepara la documentación. Todo esto ocurre cuando la mayoría aún no piensa en Navidad.
Gracias a la globalización, lo que adorna las casas en México puede provenir de Shenzhen, Shanghái, Vietnam, Corea o España. Pero más allá del origen, lo impresionante es la sincronización global que permite que una esfera viaje miles de kilómetros y llegue justo a tiempo para llenar los hogares de espíritu navideño.
La carrera logística empieza en agosto
Desde finales de julio y durante agosto, fabricantes, cadenas comerciales y centros de distribución inician la planeación y embarque de mercancías para:
- Evitar la saturación logística entre septiembre y noviembre.
- Asegurar espacios en buques y mantener tarifas competitivas.
- Cumplir con tiempos de tránsito marítimo (20 a 45 días).
- Superar los procesos aduanales sin contratiempos.
- Contar con inventarios listos para El Buen Fin, Navidad y Año Nuevo.
Sin embargo, este engranaje global no solo depende de barcos y contenedores, depende de algo igual de importante: una correcta gestión aduanal.
El corazón de la operación: el pedimento
En comercio exterior, un error pequeño puede frenar un embarque completo. Y en temporada alta, un retraso puede significar anaqueles vacíos, pérdidas comerciales o entregas tardías.
Por eso, en un entorno donde las regulaciones cambian constantemente, la prevalidación de pedimentos se convierte en el verdadero punto de partida de la Navidad logística.
RECO Prevalidador: donde empieza la precisión
Porque no basta con importar a tiempo… hay que hacerlo bien.
En RECO Prevalidador convertimos la prevalidación en una ventaja competitiva, garantizando que cada operación cumpla con los criterios estructurales, normativos, sintácticos y catalográficos exigidos por la autoridad antes de su validación final.
- Validamos 24/7 sin interrupciones ni horarios de oficina.
- Integramos tecnología que detecta errores antes de que generen rechazos o multas.
- Acompañamos con soporte humano y técnico en cada etapa del proceso.
Cuando veas una esfera brillante, recuerda esto
Cada figura navideña, cada adorno en los estantes, es la prueba de una red global perfectamente sincronizada, donde cada pedimento cuenta.
Y detrás de esa precisión hay equipos como RECO, que hacen posible que la magia logística llegue a tiempo, sin errores y sin contratiempos.

José Enrique Salva Palacios
Ejecutivo Comercial SR