El 26/03, a la 1:30 a. m., se vivió un gran accidente en el río Patapsco, Baltimore, derivado de una falla eléctrica que ocasionó la pérdida de control del buque Dalí, con bandera de uno de los pilares del puente Francis Scott Key, derrumbando un tramo de 805 metros de la estructura de 2,632 metros de longitud. El FBI descarta un ataque terrorista. Este acontecimiento golpeará de gran manera la economía estadounidense y provocará un reajuste en la logística naviera, ya que se deberán encontrar rutas alternas para la conexión de importadores y exportadores.
Consecuencias económicas
Las consecuencias económicas del incidente son significativas. Se estiman 15 mil empleos directos y 140 mil indirectos afectados. Cada día que el puerto permanezca inutilizable tendrá un impacto en la economía nacional.
La actividad en el puerto de Baltimore genera ganancias de hasta 3,300 millones de dólares al año y aporta casi 400 millones de dólares en ingresos fiscales anuales. Enviar la carga a Filadelfia, Norfolk o el puerto de Nueva York/Nueva Jersey podría incrementar los precios del transporte por carretera y ferrocarril si los volúmenes son significativos, además de causar congestión en esos puertos alternativos, según explicó Judah Levine, jefe de investigación de la empresa de logística Freightos, a CNN.
Impacto ambiental
El impacto ambiental aún no está completamente dimensionado. El buque transportaba 700 toneladas de productos peligrosos, 14 contenedores de los cuales fueron dañados. Se ha detectado un brillo en el agua, indicativo de contaminación. Lo más preocupante sería si el depósito de combustible de la embarcación se rompiera y causara un vertido.
Las autoridades están tomando medidas preventivas, como desplegar barreras en el agua y monitorear el río Patapsco para detectar posibles vertidos de combustible y otras sustancias.
Importancia económica en EU
El puerto de Baltimore es uno de los principales de la costa atlántica de Estados Unidos. En el año 2023, transitó alrededor de 80 mil millones de dólares en mercancías de importación. Es el noveno puerto más activo de EE. UU. y el más activo para el transporte de automóviles, con al menos 750,000 vehículos en 2023, según datos de la Administración Portuaria de Maryland.
Las empresas que dependen de las instalaciones portuarias de Baltimore diversificarán los envíos hacia otros puertos, como Nueva York y Nueva Jersey. Además de la industria automotriz, otras industrias, como la maquinaria pesada agrícola, la construcción y el carbón, también dependen del puerto.
Este desafortunado evento nos recuerda que el comercio y la logística siempre buscarán la manera de llegar a su destino de forma más eficiente con el paso del tiempo. Además, nos recuerda que, en los puertos y aduanas, los protocolos de seguridad y control pueden parecer engorrosos; sin embargo, tienen como objetivo evitar situaciones similares, garantizando que los riesgos sean controlados al máximo posible.
Víctor A. Sosa Góngora
Coordinador Comercial RICSA/Polarport