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Un paso adelante en la prevalidación

Entre todas las fuerzas y leyes que rigen nuestro universo, la única constante es el cambio. Nada escapa de él y, aunque no podemos controlarlo, sí podemos adaptarnos. 

Cada segundo, todo lo que nos rodea cambia, incluso aquello que parece inmutable. Esto no se limita únicamente a la materia tangible; conceptos como el aprendizaje, las estrategias, los procesos y los negocios también están en constante transformación. 

A menudo logramos adaptarnos de forma natural y sin mayor dificultad. Sin embargo, en ocasiones enfrentamos cambios que, dependiendo de nuestra capacidad de adaptación, pueden marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento. 

Una lección aprendida. 

Mi primer empleo fue en Blockbuster. Muchos recordamos con nostalgia aquella icónica franquicia dedicada al alquiler de películas en formato físico. Durante años, fue líder en su sector y prácticamente no tenía competencia. 

Desde el primer día identifiqué diversas áreas de mejora, pero la más crítica era su infraestructura tecnológica. En ese momento, cursaba la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales, así que, casi instintivamente, evalué sus herramientas de control, el sistema de punto de venta y su infraestructura tecnológica en general. 

La conclusión era evidente: todo estaba obsoleto. Si bien el sistema funcionaba, estaba rezagado y era cuestión de tiempo antes de que se convirtiera en un problema mayor. 

Poco después, surgió un competidor que supo adaptarse a las nuevas tendencias y necesidades del mercado, con un modelo de negocio innovador y tecnología de vanguardia. Blockbuster tuvo la oportunidad de aliarse con esta nueva empresa, pero rechazó la propuesta. Finalmente, la compañía que había prosperado durante décadas no logró adaptarse y desapareció. 

Lo mismo sucede con muchas empresas hoy: si no evolucionan, quedan atrás. 

Si funciona, no lo toques; mejóralo. 

Blockbuster es un claro ejemplo de que resistirse al cambio y conformarse con lo que funciona hoy puede ser un grave error. Siempre hay margen para mejorar y anticiparse a los cambios. No se trata solo de mantener una solución, sino de evolucionar antes de que la obsolescencia pase factura. 

Hoy en día, los avances tecnológicos evolucionan a un ritmo acelerado. La creciente capacidad de procesamiento y análisis de datos ha permitido desarrollar soluciones más precisas para la toma de decisiones, optimizar procesos con mayor eficiencia y crear sistemas más seguros, potentes e intuitivos. 

Una empresa que renueva su tecnología optimiza sus procesos y utiliza herramientas para anticipar el futuro no solo se mantiene, sino que se fortalece. Estar preparado para los cambios no se limita a lo tecnológico; también implica adaptarse a nuevas tendencias de mercado y sociedad. Las empresas más grandes y exitosas del mundo han demostrado que aprovechar al máximo la tecnología es clave para mantenerse en la cima. 

Por el contrario, la historia nos ha dado muchos ejemplos de empresas que al no poder adaptarse se vuelven obsoletas, pierden mercado y terminan convirtiéndose en un dato más para la estadística. 

Sin embargo, aunque evolucionar es esencial, no todo puede ser tan fácil ¿Verdad?  

El reto. 

Aprovechar las nuevas tecnologías y mantener una constante mejora en los procesos para adaptarse a las nuevas tendencias implica enfrentar diversos retos que pueden dificultar cualquier transición. 

  • Resistencia al cambio: Es común que los empleados o incluso directivos se resistan a modificar procesos que han utilizado y les ha funcionado por años. La incertidumbre y el miedo a lo desconocido pueden hacer que las personas prefieran seguir con sistemas obsoletos en lugar de adoptar nuevas soluciones. 
  • Costos de implementación: Actualizar la infraestructura tecnológica puede representar una inversión considerable. Muchas empresas dudan en dar el paso debido al costo inicial, sin considerar que, a largo plazo, la modernización suele traducirse en mayor eficiencia y rentabilidad. 
  • Capacitación y curva de aprendizaje: No basta con implementar nuevas tecnologías; el personal debe saber cómo utilizarlas correctamente y conocerlas lo mejor posible. Sin una capacitación adecuada, las mejoras pueden convertirse en obstáculos, reduciendo la productividad y las ganancias en lugar de aumentarlas. 
  • Compatibilidad con sistemas existentes: En muchas organizaciones, la tecnología debe integrarse con sistemas heredados (legacy) que no siempre son compatibles. Esto puede generar problemas de interoperabilidad que requieren soluciones personalizadas y tiempo adicional de análisis o desarrollo. Lo que se traduce en costos más elevados. 

El éxito en la evolución tecnológica no solo depende de adoptar nuevas herramientas o tendencias, sino de saber cómo implementarlas estratégicamente. En RECO, empresa que forma parte de GRIVER, hemos vivido este proceso de primera mano para nuestro servicio de prevalidación. No fue sencillo, pero a través de estrategias bien definidas y un gran equipo, logramos superar estos desafíos, obteniendo como resultado procesos optimizados y una mejor solución. 

Para nosotros esta evolución ha sido un punto de inflexión en la búsqueda de la mejora continua y el cambio han sido notable.  

Los resultados. 

Todo cambio trae consigo retos, pero también oportunidades. Para RECO, como Prevalidador, la evolución tecnológica, en conjunto con nuestra certificación en ISO 27001, nos permitió optimizar múltiples procesos y desarrollar una solución más robusta, ofreciendo un servicio mucho más eficiente, adaptable y competitivo. 

Las nuevas herramientas implementadas nos han permitido optimizar por completo los procesos de control de cambios, haciéndolos mucho más seguros y eficientes. Esto se traduce en una mayor calidad del producto final. 

Se realizó una reingeniería completa de las soluciones que integran el servicio de prevalidación, utilizando lenguajes de programación actuales con mejor soporte, arquitectura escalable, microservicios e infraestructura en la nube. Esto optimizó la funcionalidad y el mantenimiento, eliminó vicios ocultos y permitió la creación de indicadores automáticos para la prevención de fallas y la recuperación ante incidentes. 

Garantizar un servicio con alta disponibilidad fue una de nuestras principales metas. Para lograrlo, la infraestructura en la nube jugó un papel clave, brindándonos la posibilidad de implementar redundancia de datos, escalamiento automático y procesamiento paralelo. Esto nos permitió aumentar considerablemente nuestra capacidad de procesamiento, reduciendo el tiempo de revisión de archivos de gran tamaño a solo segundos, sin comprometer el rendimiento del servicio. 

Además de nuestras mejoras en infraestructura y backend, pusimos un fuerte énfasis en la experiencia del usuario. Rediseñamos las interfaces de nuestras aplicaciones web para hacerlas más intuitivas y funcionales, facilitando la operación diaria de nuestros clientes y reduciendo la necesidad de soporte operativo. Una de nuestras mejoras más notables en este aspecto fue la centralización de cuentas de usuario, brindando acceso a todos nuestros productos desde un solo sitio. 

La información es poder, y en GRIVER lo tenemos muy claro. Sabemos lo importante que es el análisis de datos para la toma de decisiones; por esa razón, nuestro prevalidador opera 24/7 procesando y analizando toda la información disponible para generar estadísticas, reportes y predicciones de tendencias que nos sirven como apoyo para seguir mejorando. Parte de estas estadísticas está disponible para nuestros clientes, lo que representa un valor agregado. 

Como mención honorífica, la seguridad fue uno de los aspectos más importantes dentro de nuestra evolución como Prevalidador. Mientras trabajábamos en la implementación de estas herramientas y cambios tecnológicos, en conjunto con nuestros equipos de seguridad de la información y calidad, logramos obtener la certificación en la norma ISO/IEC 27001, la cual garantiza que todos nuestros procesos cumplen con los más altos estándares de gestión de seguridad de la información. 

La evolución continúa 

La transformación digital no es una opción, es una necesidad. La historia nos ha demostrado que las empresas que no se adaptan al cambio están destinadas a desaparecer. 

En RECO, enfrentamos la renovación tecnológica con estrategia y determinación. No solo optimizamos nuestro servicio, sino que adoptamos una mentalidad de mejora continua. 

El futuro pertenece a quienes se renuevan. ¿Estamos listos para el siguiente desafío? En RECO Prevalidador y GRIVER, la respuesta es sí.  

 


José Esaú V. Torres 
Programador