En el comercio exterior, cada detalle cuenta. Un error en la información de tu pedimento puede derivar en sanciones costosas, retrasos en tu operación e incluso en el embargo de tus mercancías. Para evitar estos riesgos, la prevalidación juega un papel clave, asegurando que la información declarada en tu pedimento cumpla con toda la normatividad aplicable antes de ser presentada ante la autoridad aduanera. 

En esta publicación, te explicaremos por qué la prevalidación es fundamental y cómo puede ayudarte a evitar problemas con la Aduana. ¡Sigue leyendo y protege tu operación! 

El prevalidador desempeña un rol esencial dentro del proceso de despacho aduanero, ya que es el primer filtro que garantiza que la información contenida en el pedimento cumpla con la normativa aduanera vigente antes de su presentación ante la autoridad. Su función principal es verificar que los datos declarados sean correctos y completos, reduciendo el riesgo de errores que puedan derivar en multas, rectificaciones o incluso en el embargo de mercancías. 

El prevalidador no solo es un requisito dentro del proceso aduanero, sino que actúa como un filtro que detecta errores antes de que la documentación llegue a la autoridad aduanera. Un buen prevalidador debe: 

• Contar con tecnología actualizada para verificar cada dato del pedimento con precisión. 

• Identificar posibles inconsistencias en fracciones arancelarias, valores, origen de mercancía y regulaciones aplicables. 

• Estar alineado con todas las disposiciones aduaneras, asegurando que los datos sean correctos y completos. 

• Ofrecer soporte técnico para corregir cualquier error antes de que el pedimento sea presentado ante la Aduana. 

El artículo 151 de la Ley Aduanera establece diversas causales de embargo de mercancía, muchas de las cuales pueden evitarse con una prevalidación efectiva. Algunas de las irregularidades que el prevalidador ayuda a prevenir incluyen: 

• Declaración incorrecta del tipo de mercancía o su cantidad. 

• Incumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias. 

• Pago incorrecto de impuestos o derechos aduaneros. 

Si un pedimento con errores llega a la Aduana sin haber sido revisado adecuadamente, la mercancía puede ser retenida, generando retrasos y costos adicionales. En el peor de los casos, la autoridad aduanera puede proceder con el embargo, afectando gravemente la operación comercial del importador o exportador. 

El prevalidador juega un papel fundamental en el despacho aduanero al garantizar que los pedimentos sean correctos antes de su presentación ante la Aduana. Su labor no solo evita sanciones y embargos, sino que también agiliza los procesos de importación y exportación al reducir la posibilidad de errores. Contar con un prevalidador confiable y eficiente es una estrategia clave para asegurar el cumplimiento normativo y optimizar las operaciones de comercio exterior. 

No pongas en riesgo tu mercancía ni tu negocio. Elige un prevalidador confiable y garantiza que tu pedimento esté libre de errores antes de su presentación en la Aduana. Verifica que tu prevalidador cuente con tecnología actualizada y experiencia en normativas aduaneras. 

RECO Prevalidador es un prevalidador autorizado por el SAT con más de 20 años de experiencia en el mercado. 
 
¡Cumplir con la normativa es sinónimo de éxito y seguridad en tu negocio!